Oración
vespertina, óleo sobre lienzo de Francesco Peluso (siglo XIX), colección privada
En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: Arráncale de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería.¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra en seguida y ponte a comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú’? ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación? Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: ‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’.
Los
discípulos piden a Jesús que les aumente la fe y Él les responde con una máxima
de carácter didáctico: Si tuvieran fe como un grano de mostaza le dirían a esa morera:
‘Arráncate y trasplántate al mar’, y les obedecería. Se trata de la fe como
confianza plena en Dios. Y Jesús, que critica la fe basada en los milagros y se
ha negado a dar señales milagrosas para que crean en Él, afirma sin embargo con
esa imagen hiperbólica (que no hay que tomar al pie de la letra) que la fe
lleva a la persona a trascender sus propias limitaciones y lograr resultados
que pudo no imaginar.
Quien
confía en el poder de Dios, puede decir con San Pablo. Todo lo puedo en Aquel
que me conforta (Fil 4,13). La confianza en Dios, afianza la confianza de la
persona en sí misma y ante los demás; es base de la autoaceptación, estima y
seguridad propia.
Es
verdad que la fe en Dios no es para solucionar dificultades y problemas, pero
sí para hallarle un sentido y dirección a la vida. El sentido para el creyente
viene de saber que procede de Dios y se dirige a él, que su vida está en las
buenas manos de Dios. Por eso nada está definitivamente perdido. Se puede
empezar de nuevo en cualquier momento. Mi vida personal y la realidad del mundo
pueden cambiar. La fe es una fuerza movilizadora que hace posible lo que parece
imposible.
El
evangelio de hoy incluye a continuación la parábola del servidor que sirve a su
señor. Con ella, Jesús hace ver por qué no es válida una fe interesada e invita
a amar a Dios y hacer el bien sin buscar recompensa, sabiendo que Dios no
necesita de nuestras buenas obras, sino que somos nosotros los que nos
beneficiamos de esas buenas obras. El premio está en la misma obra bien hecha.
Cuando
hayan hecho lo que se les había mandado, digan: somos siervos inútiles. Hemos
hecho lo que teníamos que hacer. “Inútil” aquí no es despectivo, porque el
criado ha cumplido lo que se le ha encomendado. Quizá habría que traducir
mejor: “Somos simples siervos”, que no reclaman méritos por su trabajo
realizado, han aprendido a servir desinteresadamente y no hacen depender su esfuerzo
de las expectativas de recompensa. El ideal es hallar felicidad y satisfacción
en el servicio mismo a Dios y a los prójimos.
Jesús
da el mejor ejemplo: Él no vino a que le sirvan sino a servir (Mt 20, 28), y
estuvo siempre como el que sirve (Lc 22, 27). San Pablo dirá de Él que siendo de condición
divina se despojó de su rango y tomó la condición de siervo (Fil 2, 6). Por eso
la vanagloria y el sentirse superior a los demás es un sinsentido para el
cristiano. El mismo Pablo desarrollará esta idea con su propia terminología:
¿De qué podemos presumir si todo orgullo ha sido excluido? (Rom 3,27); Dios ha
elegido lo pobre y lo débil, de este modo, nadie puede presumir ante Dios; la
salvación se nos da por gracia mediante la fe, para que nadie pueda
enorgullecerse (Ef 2,9).
En
resumen, la relación que debemos tener ante Dios es la de confianza y deseo de
servirlo a Él y a los prójimos de manera desinteresada. La recompensa que
quiera darnos, será por pura gracia, no se la podemos exigir. Cumplimos lo que
nos toca de la mejor manera que podemos y todo lo demás se lo dejamos a Dios
con absoluta confianza. En el servicio mismo puedo hallar
la realización feliz de mi persona.
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