P. Carlos Cardó SJ
El ciego que guía a otros ciegos, óleo sobre lienzo de Peter
Bruegel el viejo (1568), Museo Nacional de Capodimonte, Nápoles, Italia
|
Les añadió una parábola: “¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo", no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano”.
La frase de Jesús: Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto,que Mateo pone en el sermón
del monte (Mt 5, 48), la hace San
Lucas la enseñanza central del sermón de la llanura en el capítulo 6 de su
evangelio, pero con esta variante: Sean
misericordiosos como su Padre es misericordioso. Este mandato encierra la
perfección.
Una vez formulado, Lucas consigna
de manera pedagógica una serie de ejemplos de transgresiones de ese mandato
esencial y sus consecuencias. El primer ejemplo de transgresión es el del falso
guía que enseña cosas contrarias a las que ha recibido de su Maestro: es un guía
ciego y un falso maestro. La luz la da el mandato del Señor: sean misericordiosos.
Quien olvida esto es ciego. En tiempos de Jesús, los guías eran los fariseos y
escribas que proponían la observancia de la ley como el medio de la salvación.
Para Lucas, guía ciego es el cristiano de la comunidad que, sin misericordia,
juzga y descalifica, excluye y condena a los demás. No tiene la misericordia
como norma de su vida y no obstante pretende guiar a otros.
De hecho el único Maestro y guía
es el Señor. Al discípulo le basta con
ser como su maestro, es decir, le basta con asimilar y transmitir sus
enseñanzas. Él es la luz, nosotros la reflejamos. Si nos dejamos tocar por su
misericordia, nos hacemos misericordiosos.
El
discípulo no es más que su maestro… Lo que él
enseña es lo que ha recibido, no puede olvidarlo ni intentar enseñar otras
cosas. Probablemente en la comunidad para la que Lucas escribió su evangelio había
tendencias que preferían otras doctrinas basadas en revelaciones personales o
en conocimiento esotéricos (gnosis), por considerarlas medios más seguros de
salvación. También ahora puede ocurrir que la búsqueda de seguridad lleve a la
gente a fiarse de creencias y saberes que se le ofrecen, pero sin discernir
críticamente lo que en realidad pueden darles.
Otra forma de traicionar el
evangelio es la de quien conoce sus valores pero, en vez de aplicárselos a sí
mismo, los manipula para juzgar y condenar la conducta de los otros. La moral,
entonces, en vez de salvar causa daño, porque en vez de dejarme convertir por
ella, la uso para atacar al otro, para vengarme, para derramar mis celos y mis
envidias, mis rencores y resentimientos.
¡Hipócrita!
A la crítica y chismorrería malsana que usa la verdad y los
valores morales para atacar a los demás hasta quitarles su honor, se debe
imponer la autocrítica. Ella me hará descubrir mi falta de misericordia,
librará mi ojo enfermo de la viga que lo ciega y me hará capaz de valorar al
otro, dialogar y ayudarle a sacar la paja que tiene en su ojo.
Hipócrita no significa en primer
lugar falsía o mentira; significa protagonismo. Hace referencia al personaje
del teatro griego que respondía al coro. En el leguaje del evangelio es la
pretensión del fariseo que busca su propia gloria, ambiciona los primeros lugares,
ser el centro, ponerse en el puesto de Dios y desde ahí juzgar y despreciar a
los pecadores. Pero resulta que ante Dios todos somos pecadores y publicanos. Y
la única manera de corregir al prójimo, para que no degenere en conflicto o
endurezca más al otro en su error, es la que comienza por curar el propio ojo
con que se ve, para que mi prójimo sea objeto de misericordia. Sólo si el otro
se siente comprendido podrá cambiar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.