Pan de vida, óleo sobre lienzo de Corbert Gauthier (2001), colección privada |
La gente dijo a Jesús: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed”.
Los oyentes de Jesús le piden un signo para creer en él, que les demuestre de manera visible la eficacia de la obra que realiza. Argumentan que no necesitan a Jesús porque ya siguen a Moisés, cuya autoridad quedó demostrada con el signo del maná que comieron sus antepasados en el desierto. Así como la mujer Samaritana consideró a Jesús de menor autoridad que Jacob –¿acaso te consideras más importante que nuestro padre Jacob, que construyó ese pozo, del que bebió él, sus hijos y sus ganados?–, así también los galileos de Cafarnaúm ven más seguro a Moisés, pero sin advertir que Moisés se ha convertido para ellos en una hecho del pasado, no del presente, una ideología, que ha servido de soporte a una religión falseada, y a una moral de conveniencia. Jesús procurará hacerlos pasar de Moisés al Padre Dios, que ofrece el don de su amor salvador en el presente y da lo que necesitamos para una vida plena y feliz. Ofrece el paso de la Antigua a la Nueva Alianza, de la Ley antigua a la ley del amor solidario que resuelve el problema de la vida, simbolizado en el hambre de pan y de evangelio. Como a la Samaritana que la hizo pasar del deseo del agua material al del agua viva que sacia toda sed y conduce a la vida eterna, así también a los galileos los quiere hacer pasar del único pan que les interesa, el que comieron hasta saciarse, al alimento nuevo, que se comparte para dar de comer a la multitud, y cuyo significado ellos no han querido comprender.
Les aseguro que no fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. El pan de Dios viene del cielo y da la vida al mundo.
Claramente Jesús se identifica con el pan del cielo, es decir, el pan de Dios. El pan es símbolo de la vida. Con lenguaje metafórico, los libros sapienciales (Sabiduría y Salmos, sobre todo) hablan del pan de la palabra de Dios y concretamente de la ley como alimento que viene del cielo (Dt 8, 3; Sab 16, 20; Sal 119,103). Jesús supera radicalmente este simbolismo presentándose a sí mismo, y no sólo a su enseñanza, como el pan de Dios para la vida del pueblo de Israel y de toda la humanidad. Es Dios que desciende y se hace pan para hacernos compartir su vida divina.
Sin llegar a comprender
el significado del don que Jesús prometía, la Samaritana le pidió: Señor, dame
de esa agua para que no tenga más sed y no tenga que venir hasta aquí para
sacarla. Los galileos, por su parte, han hecho un cierto proceso en su diálogo
con Jesús y han llegado a situarse en el plano espiritual de las obras de la
ley que había que cumplir (6, 28) y han evocado el pan que Dios dio en el
desierto (6, 31). Piensan por tanto que Jesús puede ser un rabí extraordinario
capaz de asegurarles el alimento de una enseñanza de la ley que no les falle y
los enrumbe en el camino del bien. En una palabra, se muestran dispuestos para
acoger su enseñanza. Y le piden: Danos siempre de ese pan. Sin embargo, todavía
no comprenden que lo que Jesús les ofrece como alimento para la vida auténtica no
es una simple enseñanza de preceptos morales ni un conjunto de conocimientos
religiosos, sino su propia vida, su modo de vivir entregado al bien de los
demás. Comerlo, asimilar su ser, conduce a estar con él, a situarse en la vida
como él lo hace, a mostrar con el testimonio personal la existencia del Hijo
que se hace pan para los hermanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.